febrero 16, 2023

¿Por qué elegir los dispensadores de jabón automáticos para sus aseos?

Muchas empresas están cambiando a los dispensadores de jabón automáticos como parte de sus planes para ofrecer una mejor experiencia en los aseos tanto a sus clientes como a sus empleados: una buena noticia para el 60 % de las personas que afirman hacer cualquier cosa (¡incluso tirar de la cadena con los pies!) para evitar el contacto con los objetos de un aseo*.

Al renovar sus actuales dispensadores manuales o con bomba dispensadora para el lavado de manos con alternativas modernas y que eliminan la necesidad de contacto, no solo estará proporcionando una experiencia mejor y más segura a sus usuarios, sino que también estará ayudando a controlar sus costes a largo plazo.

 

 

¿Cómo funciona un dispensador de jabón automático?

Un dispensador de jabón sin contacto utiliza un sensor para dispensar automáticamente el jabón sin que el usuario tenga que tocar el propio dispensador. Dado que el 80 % de los gérmenes se propagan a través de las manos1, los dispensadores sin contacto ayudan a evitar la contaminación cruzada, al tiempo que permiten a los usuarios limpiarse bien las manos de manera fácil y rápida.

 

¿Son más higiénicos los dispensadores sin contacto?

Los dispensadores de jabón y desinfectante sin contacto eliminan un punto de contaminación cruzada y ayudan a proporcionar una higiene de manos segura. Al no ser necesario el contacto físico, se elimina el riesgo de contacto con gérmenes entre los usuarios, mientras que con un dosificador manual es preciso pulsar un botón para que se dispense el jabón.

 

¿Por qué son mejores los dispensadores automáticos?

Los dispensadores automáticos de jabón de manos ofrecen un diseño elegante y moderno que resulta fácil de utilizar. Como el 77 % de los consumidores valora más o menos favorablemente un negocio en función del estado de sus aseos2, resulta fundamental ofrecer una experiencia de aseo moderna y de alta calidad que satisfaga las expectativas de los usuarios.

Además de ser fáciles de usar y más higiénicos, los dosificadores de jabón sin contacto ayudan a las empresas a controlar sus costes y reducir al mínimo el desperdicio innecesario, en comparación con las alternativas que emplean un método de recarga a granel y frascos con bomba dispensadora.

 

¿Cómo se rellena un dispensador de jabón automático?

En lugar de rellenar el nivel de jabón, los dispensadores automáticos utilizan recargas selladas higiénicamente. Al utilizar recargas selladas se dispensa la cantidad adecuada de producto para una limpieza segura de una sola vez y se proporcionan más aplicaciones por recarga, por lo que sale más a cuenta que las alternativas de recarga a granel o con bomba dispensadora. El uso de recargas selladas es otra forma de controlar el riesgo de contaminación: uno de cada cuatro dispensadores de recarga a granel está infectado por bacterias que provocan enfermedades.3

 

¿Cómo funcionan los dispensadores de jabón automáticos?

La mayoría de los dispensadores funcionan con pilas, pero si le interesa una alternativa que funcione con energía solar, plantéese utilizar el innovador dispensador LumeCel™ AutoFoam de Rubbermaid Commercial Products. El LumeCel™, que funciona con luz natural o ambiental, es una opción sin pilas líder en el mercado para las marcas que desean mejorar la sostenibilidad de su higiene de manos.

 

¿Qué tipos de dispensadores automáticos de jabón y desinfectante hay disponibles?

Independientemente de cuál sea su sector o del tamaño de sus instalaciones, nuestra amplia gama de dispensadores automáticos le garantiza que encontrará uno que se adapte a sus necesidades concretas, como:

En nuestro blog puede obtener más información sobre cómo adaptar sus soluciones de higiene de manos a las necesidades de sus instalaciones.

 

Fuentes:

*  Encuesta de Impulse Research Corporation

  1. Estudio de la Universidad de Arizona, Dr. C. Gerba.
  2. initial.com, Washroom Malodour: How it can impact your business [El mal olor en los aseos: cómo puede afectar a su empresa]
  3. Journal of Environmental Health 2011.

 

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